ACUERDO ESCOLAR DE CONVIVENCIA. NIVEL PRIMARIO. –Resolución 616-.

NORMAS DE CONVIVENCIA.

Los Acuerdos Escolares de Convivencia del Colegio Sagrada Familia, tienen como características:

  • El desarrollo de actitudes de convivencia y de trabajo entre sus alumnos, docentes y miembros de la comunidad educativa, basadas en el respeto por el prójimo, creado a imagen y semejanza de Dios.
  • El fortalecimiento de la capacidad de diálogo y tolerancia, en una constante apertura hacia la realidad que nos circunda.
  • El propósito de contagiar a los miembros de nuestra comunidad, el modo de vida propuesto por Jesús, vivido en el seno de la Sagrada Familia de Nazaret.
  • Se tiende a formar ciudadanos democráticos, libres, responsables, autónomos, críticos, con pertenencia a la institución e identidad nacional. Personas íntegras, que vivencien los valores humanos y cristianos que hacen al ideario de la Sagrada Familia, basado en la caridad hecha servicio.

Los fundamentos y los principios de los acuerdos establecidos, alcanzan a todos los miembros de la comunidad educativa.

  • Una sana convivencia implica el respeto por el otro, la aceptación de las diferencias y el trato amable. Por lo que no admitiremos ninguna forma de agresión física, verbal, psicológica o moral, ni actitudes discriminatorias que atenten contra la integridad de las personas.
  • Promovemos el respeto por la diversidad, dando acogida al otro sin hacer distinción. Por tal motivo, no admitiremos expresiones de rechazo y exclusión, bajo ninguna de sus modalidades.
  • El respeto, el autocuidado del cuerpo y el resguardo de la intimidad, son fundamentales para el desarrollo armonioso de la persona. Por ello, no admitiremos acciones que atenten en contra del propio cuerpo, del de los demás y de la intimidad de cada uno de los miembros de la comunidad.
  • Consideramos fundamental el respeto a aquellos símbolos que expresan identidades (nacional, religiosa, institucional). Lo promovemos hacia los símbolos patrios, las expresiones religiosas y el uso del uniforme como símbolo de pertenencia institucional. No admitiremos faltas de respeto a los símbolos patrios, a las expresiones religiosas y el uso de vestimentas o accesorios que no se correspondan con el uniforme propio de la institución.
  • En la formación de ciudadanos democráticos, está la necesidad de educar en el diálogo y la libertad. Por ello, propiciaremos la expresión y la escucha de diferentes voces. No admitiremos situaciones que imposibiliten a cualquier miembro expresarse y ser escuchado.
  • El trabajo responsable y constante es considerado fundamental para la formación integral de nuestros niños. Por ello, se promueve la valoración de los tiempos escolares, en los que todos los miembros de la comunidad educativa deben respetar los horarios y contribuir en los procesos de enseñanza y aprendizaje, de acuerdo con el rol que les corresponde. En consecuencia, no admitiremos conductas que vayan en detrimento de un adecuado uso del tiempo escolar y de la responsabilidad que a cada uno le ha sido asignada.
  • Las nuevas tecnologías son una herramienta para el desarrollo curricular. Por tal motivo, fomentaremos el empleo responsable de la tecnología, siendo su uso dentro de la institución sólo con fines pedagógicos y a cargo de un docente. No estará permitido el empleo de celulares, Tablets y computadoras, en los distintos espacios escolares con otros fines, en horario escolar.
  • La verdad constituye un valor indispensable para que las relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de armonía y justicia. Buscamos promover la honestidad en todos los vínculos. Por lo que no admitiremos la falsificación, el encubrimiento y el uso indebido de la documentación, así como acciones que vayan en contra de la veracidad de los hechos.
  • Nuestro carisma hace propio el compromiso con el hermano, siendo la fraternidad un pilar para la construcción de una sociedad más justa. Por ello, promovemos propuestas solidarias, espacios de encuentro, de integración con la comunidad, salidas de servicio, actividades de ayuda a los más necesitados. No admitiremos el rechazo a participar explícitamente de tales propuestas.
  • El cuidado del ambiente como nuestra “casa común” es necesario para poder desarrollar adecuadamente un proceso de enseñanza y aprendizaje. Por esto, se promueve el respeto por los distintos espacios, fomentando la limpieza e higiene de cada lugar del colegio y de todos los ámbitos donde asistan representantes de nuestra comunidad, así como el orden de los elementos utilizados. Por tal motivo, no admitiremos aquellas conductas que no contribuyan a sostener un ambiente limpio y saludable; ninguna forma de deterioro intencional, sustracción o apropiación indebida; y el mal uso del mobiliario.
  • La formación integral de los niños es una responsabilidad que compartimos familia y escuela. Por ello, fomentaremos la participación activa de la familia en las diversas propuestas escolares (clases abiertas, encuentros, actos, celebraciones…) y su involucramiento en las responsabilidades y tareas que le son propias (presentación de documentación, puntualidad, conocimiento y respeto de normas y acuerdos institucionales…). No admitiremos acciones u omisiones que vayan en detrimento de una adecuada participación y responsabilidad.

 

ACCIONES ANTE EL INCUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS ACORDADAS.

Al haberse planteado pautas que regulan las relaciones interpersonales, es que se diseñan acciones que se implementan cuando las normas no son respetadas. Estas acciones fundamentalmente tienen un carácter educativo, permitiendo reflexionar sobre el propio accionar y las consecuencias que esto tiene, en uno mismo, en los otros y en el medio. Adquieren valor en la medida que posibiliten incorporar la norma, para no necesitar a futuro del control externo, siendo responsables progresivamente de sus actos dentro de un proceso educativo.

Criterios para tener presente:

  • La contextualización de la transgresión cometida, a partir de la cual se tiene en cuenta el escenario, las circunstancias en las cuales se llevó a cabo, y la perspectiva de los diferentes actores.
  • La gradualidad de la aplicación de las acciones ante el incumplimiento de la norma, por lo que hay que establecer procesos previos crecientes, siguiendo la trayectoria educativa de los actores, edad y función.
  • La proporcionalidad, por lo que las faltas se clasifican en: leves, moderadas y graves.
  • Leves: son aquellas conductas que obstaculizan la convivencia armónica entre los miembros de la comunidad, a través de interrupciones durante el proceso de enseñanza y aprendizaje.
  • Moderadas: pertenecen a las conductas donde al transgredir las normas se pone en riesgo a la propia persona, a los demás actores y a los materiales que se están utilizando.
  • Graves: son aquellas conductas que afectan, perjudican o dañen a la propia persona, a los que los rodean y a los elementos que se están usando.

Las acciones a implementar deben ser analizadas en forma situacional, teniendo en cuenta los distintos criterios antes mencionados.

Frente a las faltas a los AEC se proponen las siguientes estrategias para abordar las dificultades en la convivencia:

  • Es prioridad en la institución acudir al diálogo reflexivo, como medio para solucionar conflictos, permitiendo a las partes que se expresen, donde reconocen sus errores y asumen las consecuencias, con la intención de corregir aquello que se reconoce como negativo para el clima de convivencia institucional.
  • El docente lleva un registro de las faltas y mantiene informados al Equipo Directivo y a los padres –a estos últimos a través del cuaderno de comunicados-.
  • Los actos reparadores, tienen la finalidad de compensar, desagraviar, remediar, reponer, corregir o rectificar un material o conducta determinada.

 

PROCESO DE APLICACIÓN.

  • En el Nivel Primario, ante la presencia de un conflicto, se plantea el mismo en el aula donde se analiza la situación, la norma incumplida, examinando el riesgo y las consecuencias que puede traer. Expresan sus opiniones. Las mismas quedan escritas en los acuerdos de normas de convivencia del grado; se establecen consecuencias, reparaciones y compromisos.
  • Si aparece nuevamente el incumplimiento de la norma, se dialoga individualmente con el estudiante para revertir la conducta.
  • En caso de reiterarse, el niño y el docente analizan el hecho y se comunica a la familia lo que sucede, a través del cuaderno de comunicados, para que desde el hogar se ayude con el cambio de actitud.
  • Si aun así se reiteran las transgresiones, el maestro cita a la familia labrando un acta firmada en conformidad, donde se establecen los acuerdos de cada una de las partes.
  • Frente a la recurrencia en estas situaciones que no evidencien un cambio de actitud hacia comportamientos favorables a la convivencia, y la falta de respeto al compromiso asumido, interviene el Equipo Directivo. Entre todos, dialogan con el estudiante analizando su forma de actuar, teniendo en cuenta los daños que puede provocar. La intencionalidad de la mediación es para que esta situación no se vuelva a repetir.
  • Se escribe lo que sucede en el cuaderno de convivencia de la escuela, en el que el niño firma su compromiso con la norma a respetar. Se informa a la familia.
  • Se analizan las situaciones con la participación de estudiantes, docentes y directivos, considerando la gravedad del hecho y estableciendo actos reparadores a cumplir por quien cometa la falta (pedir disculpas, arreglar lo dañado, reponer un material, realizar un trabajo acerca de los valores que no se han considerado…).
  • En una reunión entre Equipo Directivo, docentes y familia, se elabora un acta acuerdo, asumiendo el compromiso de las distintas partes en pos de generar estrategias para incorporar y respetar las normas.
  • Se implementan fichas de registro conductual.

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